TRATAMIENTOS ESPECIALES
Nutrición
El equipo de Nutrición de Sinapsi somos especialistas en alimentación y enfermedades neurológicas
Una dieta saludable y equilibrada puede beneficiar en gran medida a las personas con enfermedades neurológicas, tanto en lo que se refiere a los síntomas y los efectos secundarios de la enfermedad en sí como los provocados por algunos medicamentos indicados para estas patologías.
Se recomienda una alimentación saludable con énfasis en una adecuada ingesta de proteínas, fibra y líquidos. Algunas investigaciones sugieren que una dieta rica en antioxidantes y alimentos fermentados puede resultar beneficiosa. En etapas avanzadas, pueden requerirse modificaciones de textura y consistencia de los alimentos debido a problemas de deglución. La toma de medicamentos y las interacciones de éstos con nutrientes como la proteína o algunos minerales, deben vigilarse especialmente. También hay muchos efectos secundarios que son particulares de cada caso y que deben combatirse de forma individual y específica dependiendo de cada persona.
Por otro lado los estudios más recientes apuntan a que existe una estrecha relación entre la microbiota intestinal y la enfermedad de Parkinson, ya que las personas con parkinson acostumbran a tener una microbiota desequilibrada, y esto tiene consecuencias en el sistema nervioso, además de afectar al intestino y a las defensas del propio cuerpo.
Se ha investigado el papel de la dieta mediterránea, que incluye alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, antioxidantes y vitaminas del complejo B para ayudar a reducir el riesgo de Alzheimer. Además, se recomienda una alimentación equilibrada, baja en grasas saturadas y alta en frutas, verduras y granos enteros.
Actualmente no hay suficientes estudios sobre cómo debe ser la dieta en el síndrome de Tourette, pero existen estudios que evidencian una relación entre una alimentación sin gluten y una mejora en los TICS y TOCS. Además, deben evitarse alimentos desencadenantes como los que contienen cafeína o glutamato monosódico, que pueden provocar alergias o intolerancias y los alimentos que contienen azúcar. Asimismo, una buena hidratación y adoptar estrategias de manejo del estrés pueden resultar beneficiosos para la mejora de los síntomas.
Para las personas con migrañas, se recomienda identificar los desencadenantes alimenticios individuales y evitarlos. Estos desencadenantes pueden variar, pero algunos comunes incluyen alimentos tales como el chocolate, el alcohol, el queso y los aditivos alimentarios. Además, mantener una alimentación equilibrada y regular, mantenerse hidratado y evitar saltarse comidas puede ser útil en la prevención de las mismas.
En algunos casos de epilepsia, la dieta cetogénica o la dieta modificada de Atkins pueden ser utilizadas como tratamiento. Estas dietas son ricas en grasas y bajas en carbohidratos y pueden ayudar a reducir las convulsiones en ciertas personas. Estas dietas deben seguirse siempre bajo supervisión médica.
No existe una dieta específica para la enfermedad de Menière, pero se recomienda una alimentación baja en sal para reducir los síntomas de vértigo y problemas de equilibrio. Además, pueden requerirse suplementos de magnesio y otros nutrientes específicos en algunos casos.
Estas enfermedades requieren un enfoque dietético específico para controlar la acumulación de sustancias tóxicas en el cuerpo. En el caso de la fenilcetonuria, por ejemplo, se requiere una dieta baja en fenilalanina, mientras que en la enfermedad de Wilson, se recomienda evitar alimentos ricos en cobre.
- Alimentación nocturna
- Aumento de peso
- Deficiencias de nutrientes
- Desnutrición o pérdida de peso
- Disfagia/Dificultades para tragar
- Disminución de la calidad de vida
- Estrés/Ansiedad
- Estreñimiento
- Fatiga
- Interferencia de medicamentos con nutrientes
- Intolerancias alimentarias
- Insomnio
- Necesidad de complementación nutricional
- Problemas intestinales
- Problemas de vejiga
- Problemas de deglución
- Problemas de salud ósea
PRIMERA VISITA
La primera consulta puede durar entre 45 minutos y hora y media, dependiendo de las necesidades de cada persona. El objetivo es conocer los hábitos alimenticios y de actividad física y la rutina diaria de la persona para poder detectar los cambios a realizar, marcar los objetivos y calcular el gasto calórico.
Post-consulta: Después de la primera consulta le enviaremos un correo electrónico con toda la información y documentación necesarias para que pueda alcanzar los objetivos marcados en la primera visita, así como un menú adaptado a la perfección en gramajes y otro más laxo, donde podrá escoger las cantidades. También ofrecemos la opción de realizar un seguimiento semanal a través de whatsapp en el que hacemos un seguimiento y ofrecemos consejos para modificar posibles errores que se hayan cometido al seguir la dieta.
SEGUNDAS VISITAS
Las consultas posteriores pueden durar entre 30 minutos y una hora y están enfocadas a ver los cambios dietéticos realizados entre una y otra consulta. En estas consultas miramos si es necesario realizar algún cambio en la dieta o en su rutina diaria y valoramos si se están alcanzando los objetivos propuestos.
SEGUIMIENTO
Ofrecemos un seguimiento semanal en el que contactaremos con usted por whatsapp el día de la semana que usted elija. En este seguimiento comentaremos cómo ha ido la semana y ofreceremos consejos para mejorar posibles errores que se hayan cometido.